jueves, 28 de octubre de 2010

La Felicidad

A lo largo de los años (48) traté de ser feliz a través del otro, es decir, que el/los otro/os me dieran esa felicidad.
Estar bien si los demás están bien, en el hogar, el trabajo, los amigos.
Pero la iluminación nos llega, a veces nos roza, pasó cerca mio, y hoy siento que el bienestar no viene de afuera, ni tengo el derecho de reclamar a otras personas mi felicidad. Como así tampoco puedo culparlos de mi malestar.
El equilibrio y el bienestar vive y crece en nuestro interior, en nuestra alma. Y recién en ese momento, cuando se logra el silencio interior, cuando el lago de nuestra mente está en calma, brilla nuestro ser y podemos reflejarlo hacia los que nos rodean. El universo se regocija. Dios sonríe.
Recordando al maestro iluminado Osho, "lo que está en la superficie es efímero, no tiene ninguna importancia; nuestra búsqueda tiene que ser hacia adentro".


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