martes, 22 de febrero de 2011

Meditaciones día a día (Osho)

28. AMOR DE LUNA NUEVA

Dejad que acontezca un amor de luna nueva. Abrazaos, sed cariñosos, cuidaos y no anheléis el calor... porque ese calor era una locura, un frenesí; es bueno que haya desaparecido. Deberíais consideraron afortunados... no lo malinterpretéis.

Si el amor va más profundo, los cónyuges se convierten en hermanos. Si el amor va más profundo, la energía del sol se convierte en energía de luna: el calor desaparece, es muy fresco. Y cuando el amor va más profundo, puede tener lugar un malentendido... porque nos hemos acostumbrado a la fiebre, a la pasión, a la excitación, y ahora todo pare­ce necio. ¡Es necio! Ahora si hacéis el amor, parece una necedad; si no hacéis el amor, os parece como si faltara algo, por la vieja costumbre.

Cuando un marido y una mujer empiezan a sentir esto, surge el temor... ¿habéis empezado a dar por sentado al otro? ¿Se ha convertido en un hermano o una hermana, por lo que ha dejado de ser vuestra elec­ción, ha dejado de ser un viaje del Ego? Este temor surge. A veces uno empieza a sentir que falta algo... que hay una especie de vacío. Pero no lo analicéis a través del pasado. Miradlo desde el futuro.

Va a suceder mucho en este vacío, en esta intimidad... los dos des­apareceréis. Se tornará en algo absolutamente no sexual, todo el calor se desvanecerá y entonces conoceréis una cualidad de amor completamente diferente.